Buena pregunta y enrevesada respuesta o, al menos, eso decían mis
alumnos en clase cuando se lo explicaba. Vayamos por partes. Ya habíamos
hablado de la discordia por haberle quitado la tilde a guion, y eso que a mí
esa medida no me parece mal por coherencia lingüística. Últimamente, he leído en Twitter (como una especie de moda) voces que se alzan contra esta decisión como si de una herejía se tratase. Ayer pensé
que tengo compañeros de profesión y amigos que podrían acceder a este blog
y llevarse las manos a la cabeza con algunas de las afirmaciones que hago porque sepan más que yo o tengan una opinión distinta a la mía. Si algún hermano filólogo y/o aficionado al idioma no está de acuerdo,
nada me gustaría más que iniciar el debate…adoro los debates lingüísticos y aprendo mucho con ellos.
Bueno, sigamos con el asunto que me eternizo. Ahora (bueno, ahora, en diciembre de
2010 con la nueva Ortografía de la RAE) llega otra discordia que tiene que ver con las tildes y no tildes: los determinantes y
pronombres demostrativos, es decir, este, esta, estas, estos, ese, esa, esas,
esos, aquel, aquella, aquellas y aquellos. Son determinantes si acompañan a un
sustantivo (ese lugar) y pronombres
si van solitos (ese es mi
amigo).
Tradicionalmente se
evitaba la posible confusión gracias a la tilde diacrítica, aquella que distingue dos palabras
que se escriben igual, pero tienen distinto significado. Esta tilde, que no es
ortográfica, no respeta las normas generales de acentuación y se usa en pares de palabras átonas y tónicas, pero esto lo vemos mejor al final. Para entendernos: tilde diacrítica es aquella que distingue significados, pero que no atiende a las reglas de acentuación de nuestro idioma; por ejemplo, mí (pronombre, esto es para mí) lleva esa tilde que ortográficamente no debería llevar (es un monosílabo y en castellano no la llevan) solo para distinguirse de mi (determinante, mi amiga).
En 1959, la RAE recomendaba que solo se les pusiera la
tilde a los pronombres en “casos de ambigüedad”, pero como no era fácil distinguir estos casos,
los hablantes terminábamos por ponérsela siempre que fuera pronombre para no liarnos y por comodidad. Vamos a ver un caso de esos de ambigüedad en los que podríamos no saber si nos referimos al determinante o al pronombre.
Vino esta tarde
En esa oración, podemos querer decir:
1. alguien vino
esta tarde
o
2. que una chica (esta) fue un poco tardona y no llegó a tiempo
Era en
estos casos cuando la RAE decía que si nos referíamos a 1. debía ir sin tilde (vino esta
tarde) y si nos referimos a 2. (vino ésta tarde) debería llevarla. Ahí sí debíamos usar la tilde porque se supone que es un ejemplo confuso, de ambigüedad. En
otros casos en los que claramente supiéramos que estábamos usando el pronombre
o el determinante no era necesario hacer distinción, por ejemplo:
Esta es mi
amiga (claramente se sabe que esta es un pronombre y no hay que ponerle tilde porque no genera confusión como el ejemplo anterior).
Realmente, y aquí me la juego un poco, no era muy útil esta normativa porque resultaba
complicado distinguir casos de ambigüedad, ya que, en ocasiones, la ambigüedad
es eso: ambigua, y genera mucha confusión. A mí lo ambiguo en la vida me cautiva, pero tratándose de palabros... yo qué sé... quizá es que a mis alumnos les explotaba la cabeza con esto de los casos de ambigüedad o quizá porque tener la libertad de elegir si la pones o no es lo que genera el vértigo, eso, la libertad, el criterio...yo qué sé...
Total, filosofías aparte, ahora la RAE nada y guarda la ropa y dice textualmente
que “se podrá” prescindir de la tilde incluso en casos de ambigüedad, lo que
significa que ni en los casos de ambigüedad estás obligado a ponerla, por lo que si alguien no quiere darle muchas vueltas y no se la pone nunca... ¡estará a salvo! ¿qué os parece?
Eso sí... lo que no se admite es ponerle la tilde cuando no existe posibilidad de confusión, así que, amigos y amigas, es liada ponérsela en un caso como: Esta es mi amiga.
Espero haberme explicado bien porque es bien farragoso el tema.
Por cierto, si os preguntáis por esto, eso o aquello (en el sentido más gramatical de esas palabras)
os diré que como siempre son pronombres (es decir, nunca pueden acompañar a un sustantivo y ser un determinante *esto chico [la estrellita en lingüística significa que algo no existe o no se puede decir]) no hay que distinguirlo de nada, por lo que siempre van sin tilde.
En el caso de solo adjetivo (estoy muy solo) y solo adverbio
(no es solo un amigo) la recomendación de la RAE es exactamente la misma. Así que...la misma historia que ya os he contado... aunque a mí, no sé por qué, me cuesta más decidir en el caso de solo porque muchos ejemplos me parecen casos de ambigüedad... quizá me acoja al "se podrá" y pase para siempre jamás de la tilde.
Y para quien haya aguantado hasta el final y quiera una ración de puntillitas filológicas os cuento unos últimos detalles en relación con esto:
- La tilde diacrítica se usa para distinguir palabras iguales
con distinto significado, una que es átona (no tiene acento prosódico, es
decir, se pronuncia con menor intensidad, para entendernos) y otra que es tónica
(tiene acento prosódico y se pronuncia con mayor intensidad). Por ejemplo, en el
caso de mí (tónico) y mi (átona). Esto no se cumple en todos los casos, por ejemplo, no se distingue con la tilde diacrítica don (tratamiento de
cortesía, átono) y don (sustantivo, tónico). Hay más ejemplos de esta anomalía en el uso de la tilde
diacrítica. La RAE lo justifica porque dice que la llevan las que son de uso
más frecuente y consolidadas por la tradición. Ahí lo llevas.
- Eso es lo que explica que cuando dos palabras son iguales,
no significan lo mismo y las dos son tónicas, no lleven tilde diacrítica. Es el caso de pares como: fui/fui, di/di,
sal/sal, vino/vino. Es curioso, siempre me maravilla el conocimiento innato del idioma que tenemos los hablantes. Mis alumnos, cuando les explicaba esto, preguntaban por qué no llevaban tilde justo estos casos que son los que da la RAE como ejemplo sin haber leído jamás la Ortografía.
- Esto me recuerda que muchas veces también me preguntaban que por qué ti no llevaba tilde como mí. Y el caso es que pasa lo
mismo que con esto, eso y aquello que, al ser siempre pronombre, y no tener que distinguirse del determinante (tu casa no *ti casa) no como en la pareja mi/mí (mi casa/esto es para mí) no es necesario ponerle tilde diacrítica.
Por cierto que la RAE cuando explica todo esto, también nos dice que “se elimina la recomendación” de ponerle tilde a la o cuando va entre números, esto es, 2 o 3, ya que no era una tilde diacrítica con una justificación prosódica porque la conjunción o siempre es átona y las razones para esa tilde eran gráficas y “hoy nos se consideran suficientes”. ¿Por qué, me pregunto, querida RAE? ¿Porque se usan más los ordenadores y se distingue mejor o a qué te refieres con hoy?
Jarcha etimológica: para finalizar, tanta tónica y tanta
átona, os cuento la etimología de la palabra tónica, la de beber, que hace un calor que te da una sed que para qué... Pues resulta que se llama así porque al contener quinina, tiene propiedades tónicas
(energéticas, vigorizantes, por eso las palabras o sílabas tónicas se llaman así porque se pronuncian con más
intensidad) digestivas, esto es: ayuda a hacer la digestión.
Me ha sorprendido leer que esta bebida se
inventó para tratar la malaria en las colonias inglesas. Y otra cosa he
descubierto porque , os confieso, que a veces me tomo mi buen gin-tonic en algún garito y/o bareto y me fascina que se convierta en azul la copa con la luz negra, y esto es porque
el sulfato de quinina tiene fluorescencia natural o eso pone en wikipedia... ¿me lo puede confirmar
alguien que sepa de química?
Pues todo eso os cuento, espero no haberme extendido
mucho…con el calor que hace…lo mismo luego por la noche me tomo un gin-tónicas que se me ha antojado, mira tú, pero cortito que es miércoles, oiga.
Gracias por leerme, si habéis aguantado toda la parrafada y si os habéis ido a medias, también, aunque ya no leáis esto.